27 de noviembre de 2012

48.- La cúpula de la Catedral

La Catedral de Justiniano sostenía una enorme cúpula central de 30 metros de diámetro y unos enormes 55 metros de altura sobre cuatro arcos laterales, que dan paso a dos semicúpulas laterales sobre las que descarga parte del inmenso peso de la cúpula.
Hay que tener en cuenta las técnicas y materiales de construcción de la época para comprender la magnitud de la obra, que a día de hoy aun se mantiene en pie, como referencia de la ciudad de Estambul.
El emperador al ver terminada su obra, dedicada a la Santa Sabiduría, sentenció "te he vencido Salomón", dedicado al templo del rey judío.

26 de noviembre de 2012

47.- La catedral de Santa Sofía

En el año 360 d.C. se construyó la primera iglesia de Santa Sofía siendo emperador Constantino II, hijo de Constantino, y protagonista de uno de los mayores conflictos dinásticos del Imperio Romano, tras combatir contra sus propios hermanos. Esta iglesia fue pronto reformada pero no fue hasta el año 537 que se proyectó y terminó la estructura actual de la Catedral (actualmente es una Mezquita)
El emperador Justiniano I, fue quien tomó la iniciativa de construir la mayor y más espectacular basílica del mundo, un templo que fuera la referencia completa de la Cristiandad, con una cúpula nunca vista hasta entonces, basada en los conocimientos heredados de las construcciones de la época más brillante de la República y el imperio romanos, pero el proyecto lo lideró Isidoro de Mileto, arquitecto griego.
Construcción del templo en las Crónicas Manasses
La estructura apenas resistió dos décadas por causa de un terremoto que hizo desplomarse la enorme cúpula, que hubo de ser reconstruida y mejorada.

25 de noviembre de 2012

46.- La noche antes de la conquista de la ciudad

El día anterior al ataque definitivo, el 28 de mayo de 1453, los otomanos cesaron en todas sus escaramuzas y se dedicaron a rezar, con el propio Sultán inspeccionando las tropas y animando a sus soldados para la batalla final. En el interior de las murallas de la ciudad el Emperador Constantino IX reunió a los habitantes y soldados en la Catedral de Hagia Sophia para rezar y arengar a los resistentes en la que fue la última ceremonia del imperio Bizantino.


«Los turcos se apoyan en las armas, la caballería, la infantería y el número, mientras nosotros nos entregamos al Señor, Dios y salvador nuestro, y después a nuestras manos y nuestras fuerzas con que nos ha gratificado el poder divino. Os ruego y suplico hagáis honor y obediencia debida a vuestros jefes, cada uno según su categoría, grado y servicio. Sabed bien que, si observáis sinceramente cuanto os he dicho, yo espero, con ayuda de Dios, evitar el justo castigo que Dios nos envía».